“Robar un banco es delito, pero más delito es fundarlo”
Bertolt Brecht
Suiza está llamando, en estos días que corren, la atención del mundo por dos motivos dispares y contrapuestos. Por un lado, se destaca su Estado de bienestar y su sistema democrático que le permite ser uno de los países que ofrece mejores condiciones de vida a sus habitantes y ser puntero en campos científicos y sociales. Por otro lado, llama la atención la reclamación de extradición de Hervé Daniel Falciani por delitos de encubrimiento y revelación de datos. En estos momentos Hervé se encuentra preso en la prisión de Valdemoro (Madrid) a la espera de que la Audiencia Nacional resuelva la solicitud de extradición realizada por el gobierno suizo. Hervé fue detenido el pasado 1 de julio en Barcelona.
¿Quién es este personaje y porqué se pide su extradición? Se trata de un ingeniero informático monegasco que mientras trabajaba en la sede de Ginebra del banco británico HSBC, uno de los más grandes del mundo, se dedico a recopilar datos que revelaban la evasión de impuestos de más de 130.000 cuentas de empresas y personas físicas de varios países entre los que se encuentran Francia, Italia, España, Grecia, EEUU y un largo etc.
Los datos recopilados por Falciani llegan al gobierno de Francia, después de que la gendarmería registrase su casa a petición del gobierno suizo. El gobierno francés al realizar el hallazgo, lo utiliza en beneficio propio y lo hace circular a los países implicados, desatando una pequeña crisis diplomática entre Francia y Suiza.
Entre esa información, se encuentra la famosa lista Lagarde que fue publicada el pasado día 27 de octubre por el periodista griego Kostas Vaxevanis. Al día siguiente Kostas fue detenido por esta publicación y puesto posteriormente en libertad y el pasado día 1 de noviembre fue finalmente absuelto. Esta lista fue entregada en 2010 por la ex-ministra de finanzas francesa y actual presidenta del FMI, Christine Lagarde a su homólogo griego. En esta lista figuraban 2.059 supuestos defraudadores griegos.
Pues bien, ese país adalid del estado del bienestar, que defiende la democracia y la cohesión social y que es conocido por su neutralidad; articula su principal riqueza en ser un paraíso fiscal, donde el capital puede campar a sus anchas. Hay que ser precavidos con esta terminología, la OCDE le retiró ese apelativo en 2009, pero la opacidad sigue siendo la norma y sino a los hechos hay que remitirse.
Su sistema está basado en proteger a ladrones y estafadores, dictadorzuelos y evasores de toda laya, donde nadie pregunta si el dinero es blanco o negro. No importa de donde venga, lo importante es que venga. Ese dinero que se roba en todo el mundo, que ha llevado a esta crisis y que está reventando Europa. Es impresionante la hipocresía no sólo de un estado sino de toda la ciudadanía. Y lo peor de todo, el resto de Europa lo acepta.
Es indignante que se juzgue y encarcele a personas, que por el motivo que sea no voy a entrar en eso, destapen estafas de miles de millones y se les trate como delincuentes y sin embargo se ensalce a los estafadores.
Pero no es cosa sólo de Suiza, otros estados de Europa también presentan esa doble personalidad, como los casos del Gran Ducado de Luxemburgo (dentro de la UE), el Principado de Liechtenstein y el propio Reino Unido, en sus territorios “insulares” de Man o las islas del Canal de la Mancha, dentro de su propio territorio nacional y que son consideradas por la legislación internacional como “paraísos fiscales”.
También son paraísos fiscales, más de 50 territorios, pero que no son un ejemplo de democracia y sociedad. Un dato que sorprende, es el elevado número de territorios de ultramar británicos que tienen ese status, como son los casos de la Islas Caimán, la Isla de Montserrat, Las Bermudas, las Islas Malvinas, las Islas Turcas y Caicos, las Islas Vírgenes Británicas, Anguila o Gibraltar.